Cuando inauguramos este blog, la intención de GAL-ART era mostrar a los posibles seguidores los cuadros de las exposiciones y diversos artistas de nuestro fondo de arte, pero a veces vienen a la mente diferentes consideraciones que bien pueden plasmarse en unas líneas como estas. No quiere por ello tener ningún sentido crítico a diversas pinturas o autores, ya para esto están los buenos profesionales que nos ilustran con sus comentarios y reflexiones.
Siempre lo mas difícil han sido los comienzos, sea de una actividad como es la nuestra, sea llenar una partitura o ligado al tema que nos ocupa ponerse delante de un lienzo pincel en mano y demostrar la creatividad que el artista lleva dentro.
La finalidad de todo ello es obtener un resultado, sin a veces habernos fijado un objetivo para llegar a este resultado, valga como ejemplo que en cualquier competición deportiva por equipos el objetivo no es ganar sino jugar bien, porque sin hacerlo así los porcentajes de partidos perdidos superarán a los de ganados, es decir hay que buscar los mejores medios para llegar a un buen fin.
Todo ello nos llega a plantear a los que nos dedicamos en mas o menos medida al mundo del arte unos objetivos que a largo plazo nos hagan llegar un resultado común que es el renacer del antiguo coleccionista anónimo y particular que por culpa de la tan mentada crisis, es mas anónimo que nunca. La prueba mas fehaciente de ello es que asistiendo a varias exposiciones ajenas o incluso propias, el comprador que se interesa en la adquisición de un objeto, ya sea cuadro, escultura, moneda etc.lo hace casi a escondidas, como si invertir en cultura fuese un agravio comparativo " con lo que estamos pasando". Todos conocemos un montón de gente que acudiendo a una sucursal bancaria ha pedido un préstamo hipotecario o personal para la adquisición de una vivienda, electrodomésticos, vacaciones etc. , pero a nadie que haya acudido a la misma sucursal para pedir también un préstamo para adquirir una obra de arte. Debe ser por el tema del anonimato o del que dirán, pero estamos seguros que aún sin conocerlos alguien habrá.
Por tanto nuestra labor deber ser la de concienciar otra vez al gran público que invertir en arte no es cuestión de "snobismo" sino una apuesta de futuro, que las paredes de la vivienda, hay que volverlas a vestir con nuevas obras guardando las antiguas, así como hacemos con el vestuario particular que cada cierto tiempo lo renovamos.
No demos la culpa a la crisis de que no se venda arte, este país sigue la costumbre de achacar a los demás las culpas de sus impotencias, sin analizar que objetivos se ha fijado para llegar a tan desastroso resultado, llegando a la falsa conclusión de que todo los males están en el momento de crisis que estamos viviendo.
Intentemos que incluso el señor anónimo que adquiere una obra sea un reflejo para que su acto llegue al indeciso y le haga tomar una decisión de la que nunca deba arrepentirse, haciendo crecer, sino exponencialmente si matematicamente el interés por la cultura artística, por otra parte la hermana pobre de esta sociedad.
Con estas líneas, no queremos pontificar ni entrar en polémicas que no conduzcan a nada y como dijo no hace mucho un crítico de arte, Pere Pascual, podemos llegar a discutir pero nunca a pelear.
A los que han tenido la paciencia de llegar hasta estas últimas líneas, muchas gracias, a los demás, paciencia, la próxima vez será mas corto el artículo.
GAL-ART
Interesantes reflexiones las que se plantean en este post, y a las que por supuesto, quiero añadir mi opinión.
ResponderEliminarEl mundo del arte está intimamente relacionado con la cultura, con el aprendizaje, con la evolución del mismo hasta llegar a dominar el arte en el estilo que el artista se marque. Ello quiere decir esfuerzo, tesón, ilusión, trabajo, constancia y permanecer firme en la idea o convicciones que llevan a alguien a decir que es artista, sea pintor, escultor, dibujante o que incluso haga manualidades.
Cultivarse es aprender y conocer, para después pensar y expresar lo que se piensa. Pero estamos en la época del miedo, y del imperio de la Ley del Silencio. Y según lo que se exprese, puede ser mal visto o comprendido.
Y desde hace años, de forma sutil y sibilina, el ocio intelectual se ha transformado en diversión constante. Hemos dejado de coleccionar cuadros, sellos, libros, discos, cromos, plumas, etc.
Hemos dejado de estudiar y pensar para simplemente divertirnos a destajo, pues si el silencio impera, el dominio del hedonismo es absoluto.
Así que poco a poco, preferimos una gran comida, un fin de semana de esquí, ir de vacaciones y viajar a hacer trabajar nuestras mentes, a poseer lo bello, y a que ello nos conduzca a algo más profundo y espiritual de nosotros mismos.
El arte se ha masificado; demasiados pintan, demasiada oferta y ello también agota. Lo bueno cuesta de dejarse ver, y la masificación produce al final la desidia.
No sólo no se compra arte por la crisis, sinó porque la sociedad actual prefiere alejarse de la realidad que estar en casa con uno mismo. Las relaciones humanas tampoco son lo que eran.
Si se hace desde el anonimato, no creo que sea por la crítica de que "he comprado arte", sino tal vez por cuestiones de gusto. "Donde vas comprando esto?"
Desde las instituciones publicas se ha favorecido un arte de vanguardia, y sobrevalorado a algunos artistas, lo cual también ha provocado cierta desidia.
Para amar el arte, hay que enseñarlo en las escuelas y los padres inculcarlo a sus hijos, no como artistas, pero si como visitantes de museos o posibles coleccionistas. El arte és el cultivo del espíritu, de lo más bello y esencial del ser humano. Pero tal vez, en los albores del siglo XXI, el concepto de belleza también está bajo los efectos de la Ley del Silencio.
Tienes razón en lo de la masificación del arte, realmente hay demasiada oferta para la poca demanda actual.En cuanto a la pintura en particular se ha olvidado la diferencia que hay entre el pintor que pinta para vender y el artista que vende para pintar
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